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El anzuelo que me pescó, de Pilar Serrano y Pepita Mendoza

Elena está en la playa, entre castillos de arena, sombrillas, olas y también adultos que llenan el aire de advertencias e indicaciones. Todo parece transcurrir con normalidad… hasta que aparece algo que lo desbarata todo. Un anzuelo. No se sabe bien de dónde viene ni adónde lleva, pero tira de ella con fuerza y la lanza de cabeza al mar, de su propia imaginación.
Lo que sigue es un viaje alocado y divertido, saltando de un escenario a otro por puro capricho. Elena salta del fondo del mar a un delfín, del delfín, a un barco, del barco al chiringuito. A su paso, todo se agita: peces, olas, navegantes, bañistas, camareros... Elena deja una estela que nadie puede ignorar. Todo sucede con ese ritmo caprichoso de las cosas que no se piensan, de cuando una se deja llevar.
Y es que, a veces, las niñas y los niños también necesitan un refugio en el que desaparecer un rato. No siempre lo hacen con el cuerpo, muchas veces lo hacen con la imaginación: se zambullen en su mundo, inventan caminos propios, canalizan la frustración o escapan de las voces que les dicen qué y cómo deben hacer. Este libro habla de eso con humor y desparpajo, y quizás por eso resulta tan liberador.
El relato tiene un tono muy oral, lleno de frases reconocibles: “no molestes”, “te vas a quemar”, “ven a la sombra”. Está escrito en rima, con una musicalidad rápida y juguetona, como si el texto corriera detrás de la imaginación que no se detiene. Esa oralidad encaja con lo que la protagonista vive: un impulso, un tirón, un movimiento rebelde.
Las ilustraciones acompañan con mucho color, trazo suelto y escenas repletas de acción. Por momentos recuerdan a esos libros en los que todo sucede al mismo tiempo: dobles páginas llenas de personajes, objetos y mini historias que conviven en paralelo. Hay mucho por ver, y siempre algo nuevo que descubrir. En conjunto, el libro transmite algo poco común: una sensación de desobediencia alegre, de moverse sin pedir permiso.
Y esta brisa marina quizás también nos trae algo más que nos vendría bien no olvidar. Cuando, en medio del caos veraniego, nosotras —tan a menudo a cargo de tanto: la planificación, el orden, que nadie se moleste, el castillo que se deshace— necesitamos también soltarnos un poco. Dejar la lista mental a un lado, mirar con calma y dejarnos asombrar por ese arte silencioso que brota cuando una criatura se siente libre para brillar.
Ficha del libro
Título: El anzuelo que me pescó
Autores: Pilar Serrano
Ilustraciones: Pepita Mendoza
Editorial: Gato Sueco
Año de publicación: 2025
Formato: Álbum ilustrado
Edad recomendada: A partir de 3-4 años
Temas: verano, libertad, imaginación, juego, deseo de autonomía, familia