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Sobre nosotros

Nuestra filosofía

Ante todo, creemos que la lectura es una fuente de disfrute. Un acto libre, placentero y lleno de matices, que no exige, no impone y no mide resultados. Leer es una forma de estar en el mundo con atención, curiosidad y apertura.

Valoramos la belleza, tanto en lo visual como en el lenguaje, porque creemos que la forma también es fondo, y que lo bello, cuando es honesto, acaricia, sostiene y permanece.

Creemos en una infancia respetada, sin prisas, con tiempo para el juego, la imaginación y la pregunta. Apostamos por vínculos que se construyan desde la confianza, la ternura y el cuidado. Y pensamos que los libros, cuando están bien hechos y se ofrecen con sentido, pueden acompañar ese camino: no como respuestas, sino como presencias vivas que amplían la mirada.

La lectura también es un espacio de  juego: una exploración libre, creativa, llena de sentido y de posibilidades.

Estamos convencidos de que leer puede ser una forma de transformación. Los libros nos ayudan a cuestionar lo establecido, nos llevan a otros mundos, a imaginar otras vidas,  a veces  justas, amables, conscientes otras no tanto. Pero siempre nos invitan a mirar el mundo con nuevos ojos… y también a mirarnos a nosotras mismas con claridad, compasión y verdad.

Por eso defendemos la buena literatura: la que no simplifica ni adoctrina, la que confía en quien lee. La que acompaña sin ruido, abre preguntas sin dar lecciones y deja espacio para pensar, sentir, jugar y cambiar.

 

En nuestro blog puedes encontrar más reflexiones que compartimos en torno a la lectura, la infancia y el acompañamiento. 

Sostenibilidad y consumo responsable

Desde Librería Astrid, intentamos poner nuestro granito de arena para promover un consumo más consciente. Lamentablemente, el mercado del libro ha entrado en una dinámica parecida a la de la moda: la novedad cada vez dura menos, y los libros desaparecen como si ya no merecieran ser leídos. Esta aceleración responde a una lógica de mercado que valora más el volumen de lanzamientos y la rotación constante que la permanencia o el contenido. Bajo esa presión, muchas editoriales se ven empujadas a publicar rápido, producir en serie y centrar sus esfuerzos en lo último, aunque eso deje fuera a libros valiosos, a proyectos editoriales comprometidos y a lectoras y lectores que desean otra forma de relacionarse con la literatura.
Por eso incluimos títulos de segunda mano, libros descatalogados y publicaciones que no siguen las modas. No es una estrategia comercial: es una decisión ética. Queremos cuidar el planeta, acompañar a quienes editan con sentido y alargar la vida de los libros.