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Blog (artículos y reseñas)

01/09/2023

Acompañar en la perdida y la muerte en la infancia. Libros que nos ayudan

Reflexionamos sobre nuestra relación con la infancia y la experiencia de la pérdida: la ausencia, el duelo, las preguntas difíciles y la necesidad de verdad. Reunimos libros infantiles que ayudan a conversar sobre todo lo que implica el final de una vida.
Acompañar en la perdida y la muerte en la infancia. Libros que nos ayudan

Hablar sobre la muerte con nuestros pequeños

Ya sea por el fallecimiento de un familiar, una persona de nuestro entorno o nuestro animal de compañía, la muerte es un hecho que en algún momento llega a todas las familias. 

Si no hemos tenido la ocasión de reflexionar profundamente sobre él, nos encontraremos sin herramientas para abordarlo y será de gran ayuda apoyarnos en todos los recursos posibles para atravesar esta experiencia de una manera positiva y preservando, en la medida de lo posible, el bienestar emocional de nuestros hijos e hijas.

*Imagen extraída del libro "Soy la muerte" de Elisabeth Helland Larsen. Barbara Fiore

  1. Un tabú en nuestra sociedad
  2. 12 libros recomendados para abordar la pérdida, la muerte y el duelo
  3. El temor a la muerte es cultural
  4. La muerte como proceso natural
  5. Acompañar el duelo, independientemente de la magnitud de la pérdida
  6. Rituales de despedida

La muerte: Un tabú en nuestra sociedad

A pesar de que la muerte forma parte de nuestro proceso vital, sigue constituyendo un tema tabú en nuestra sociedad. La muerte nos desconcierta y nos abruma.  El desasosiego que produce hablar de la muerte nos conduce a no hacerlo abiertamente y por lo tanto conocer poco sobre ella y sobre el proceso de duelo que desencadena

12 libros recomendados sobre la muerte Ver todos

Como para cualquier tema tabú, la literatura infantil suele convertirse en una maravillosa aliada para los padres a la hora de abordarlos, y al que hoy tratamos se le han dedicado numerosas publicaciones, muchas de ellas de gran valor y belleza. Los títulos que os recomendamos abordan la pérdida y la muerte desde diferentes perspectivas. Materia: "muerte y duelo" 

  1. El árbol de los recuerdos de Britta teckentrup

  2. ¿Así es la muerte? de Ellen Duthie

  3. Momo de Jonathan Garnier

  4. La isla del abuelo de Benji Davies

  5. Soy la muerte de Elisabeth Helland Larsen

  6. Los hermanos corazón de Leon de Astrid Lindgren

  7. El pato la muerte y el tulipán  de Wolf Erlbruch

  8. El hilo invisible de Miriam Tirado

  9. ¿Qué viene después del mil? de Anette Bley

  10. No es fácil, pequeña ardilla de Elisa Ramón Borafull

  11. Sapo y la canción del mirlo de Max Velthuijs

  12. Criando malvas de Katharina von der Gathen

El temor a la muerte es cultural

 

El temor a la muerte es cultural

Esta dificultad de los adultos para abordar la muerte, nos lleva también a subestimar a los niños e intentar protegerlos, ya que se considera que no disponen del desarrollo cognitivo y emocional necesarios para entenderla. ¡Si para nosotros es sumamente difícil y doloroso, cuanto más lo será para ellos! Pero en realidad, el  temor a la muerte es cultural, no nacemos con él, es un temor que se va adquiriendo desde la infancia.

Visto de este modo, se podría decir que la inhabilidad para abordar la muerte es de los adultos y no los niños. Los niños pequeños, tienen otros temores… Inicialmente no temen a la muerte y empiezan a desarrollar curiosidad por ella desde muy temprana edad. Las primeras aproximaciones suelen darse al encontrarnos un animal sin vida, un insecto, un pájaro, etc. Muchos niños quieren aproximarse y observar lo que sucede. A veces nos preguntan, pero los adultos tendemos a alejarnos, esquivar el tema o enmascararlo. Es en estos momentos que empiezan a comprender la muerte como un tema del que mejor no se habla. Los niños perciben nuestros miedos e inseguridades y los hacen suyos con facilidad.

*Imagen extraída del libro "El árbol de los recuerdos" de  Britta Teckentrup. Nubeocho

La muerte como proceso natural

 

La muerte como proceso natural

La muerte forma parte de nuestra naturaleza, y como tal no llega a nosotros de un día para otro, convivimos con ella diariamente. Cualquier muestra de interés de nuestras hijas por la muerte nos proporciona una buena ocasión para conversar abiertamente, respondiendo a sus inquietudes sobre el por qué, la presencia y la ausencia, su irreversibilidad, el ciclo de vida, etc. Algunas metáforas nos pueden ayudar a entenderla como el proceso natural que es. Incrementar experiencias en contacto con la naturaleza contribuye a conectar con ella y nos facilita la comprensión e integración de nuestra condición transitoria, simplemente través de la observación.

*Imagen extraída del libro "La isla del abuelo" de Benji Davies. Editorial Andana

 

Acompañar el duelo, independientemente de la magnitud de la pérdida

 

Acompañar el duelo, independientemente de la magnitud de la pérdida

El duelo, es un estado o proceso psicológico derivado de una pérdida, ausencia, muerte o abandono. Esto significa que, tras una perdida, por pequeña que sea, existe un proceso de duelo que necesita ser acompañado. Un juguete, un cambio de etapa, un cambio de profesores o compañeros en el colegio, el cambio de nuestro cuerpo… Existen infinidad de situaciones en la vida cotidiana que significan una pérdida.  Si tomamos estas situaciones, en un contexto más tenue, como oportunidades para, transitar expresar las emociones derivadas de la pérdida, con plenitud, ellos serán capaces de integrarlas y contarán con un valioso entrenamiento para afrontar, de modo saludable, pérdidas mayores en el futuro, evitando que se conviertan en una sobrecarga emocional.

Las emociones básicas asociadas a la pérdida y en distintas intensidades, suelen ser:  miedorabiaabandono tristeza. También se puede sentir vulnerabilidad, frustración, desesperanza, impotencia.... Es natural y sano acogerlas y experimentarlas, ya que a pesar de ser sensaciones no agradables, tienen su función. Nuestro papel como adultos en el proceso de duelo consiste fundamentalmente en acompañarlo, intentando proporcionar los espacios de sostén que el niño o la niña necesiten para expresar libremente lo que están viviendo, sus creencias y sus emociones. Sin forzar, negar, minimizar, censurar ni juzgar. 

* fotografía extraída de la novela gráfica "Momo" de Jonathan Garnier, editorial Norma. 

Rituales de despedida

 

Rituales de despedida

Del mismo modo que algunos adultos asisten a ceremonias de despedida, para los niños también puede ser beneficioso realizar algún tipo de ritual que simbolice la despedida del ser querido. Este espacio podría ser una excelente ocasión para parar y dedicar la atención y el tiempo que la situación requiere; para expresarse y resituarse, marcar el límite de la etapa anterior y comenzar el tránsito a la nueva, en la que el ser querido deja de tener una presencia física en nuestras vidas, pero perdura en nuestro recuerdo.

Os dejamos algunas ideas, aclarando que son sólo eso, ideas. No tienen por qué servir a todo el mundo ni en todas las situaciones. Cada niño, niña y familia vive el duelo de una manera única y existen tantas maneras de abordarlo como personas hay en el mundo. Es importante observar para comprender y respetar las necesidades y los ritmos de cada uno.

 

  • Escribir una carta de despedida al ser perdido. Puede ayudar al niño o niña a expresar, de una manera más íntima, como se siente, si existe alguna preocupación o algún mensaje pendiente. Podría guardarla para sí o compartirla si lo desea.

  • Plantar un árbol, una planta, o crear un pequeño jardín, en homenaje a la persona perdida que almacene su recuerdo.

  • Confeccionar una caja de recuerdos en ella podría guardar dibujos que representen los buenos momentos vividos con el ser perdido, escritos, fotografías o cualquier objeto representativo para él o ella.

  • Homenaje de la vida del ser perdido. Una celebración íntima en un ambiente distendido. Cada miembro de la familia comparte sus recuerdos, emociones, experiencias vividas, y legado recibido del ser perdido. Esta dinámica propone poner en valor los aspectos positivos del ser perdido que siguen vivos en cada uno de nosotros. Incide en la perdurabilidad de los recuerdos. Invita a compartir y expresar emociones en nuestro círculo de confianza, puede contribuir a liberarnos de carga emocional y fortalecer nuestras relaciones.

*Imagen extraída del libro "El árbol de los recuerdos" de  Britta Teckentrup. Nubeocho

 

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